La voz no tiene cara, todavía me cuesta creer el tiempo que tarde en darme cuenta que mi compañero de clase, era la persona que ocupaba un espacio tan importante de mi vida. Eramos dos jóvenes, recuerdo en mi ignorancia buscar entre los palcos privados del Calderón tu puesto de comentarista, como si os fueran a poner allí, que iluso era.
Recuerdo, el orgullo que sentía, de que ese tal Rubén Martín, defendiera los colores del Atleti ante rivales tan fuertes como Lama y Oliveros, ahí es nada. Y esa asociación fue creciendo y creciendo hasta el punto de que hoy, no creo que haya un solo Indio que no asocie Rubén con Atleti, eres nuestro Hutch de Starky, el 13 de nuestro martes, y te diría que eres la raya de nuestra cruz pero igual alguien se pone nervioso.
Estos días, se están yendo demasiados amigos tuyos y no puedo darte ánimos en persona, para el mundo del fútbol y la radio nada será igual, para nadie ya nada será igual, pero lo cierto es que ninguna época es igual.
Ante la incertidumbre del mañana recuerdo aquel cambio que tanto revolucionó la radio, y pienso, que si el mejor equipo de la radio deportiva pudo, nosotras podremos.
Ojalá nos queden muchos momentos por vivir, ojalá el futuro nos regale una masilla, con la que rellenar los huecos que nos han dejado, rellenar no es tapar, pues nada podrá tapar el vacío, pero al menos, pulamos las penas con la ilusión de un mañana lleno de goles. Un abrazo enorme y nos vemos en clase, en los campos y en la vida.
Kaly
Charlingui, qué bonito, tío. Mil gracias. Las voces de la radio perdemos en persona. Pero tú ganas donde estés: en clase, el estadio, o el ordenador de tu casa. Claro que nos queda mucho por hacer juntos. Y dentro de muy poco.